domingo, 6 de septiembre de 2009

Se fue un ídolo

Intentó realizar la última gambeta de su vida, pero sin duda fue más fácil para Ramón Roberto Noguera, el querido "Tito" superar las piernas adversarias, que este llamado celestial al que ya no pudo eludir.

Recuerdos imborrables deja a todos los que conocimos al inolvidable "Chueco", ese que participó en el primer partido que Guaraní, el club de toda su familia, disputó frente a Boca Juniors, allá por el mes de noviembre del año 1971.
Lo marcó Rubén Suñé y con el lateral visitante ofreció una de las más pofiadas batallas de ese encuentro. Sus compañeros, por entonces, eran los hermanos César y Jorge Brítez, Pablo Olivera, Ramón Recalde, Carlos Núñez, César Giménez Díaz, Daniel Villalba, Corazón Lezcano, Santiago Duarte, Joaquín Barreto, Carlos Gómez y otros.
Tito no era de los que se "arrugaban" fácil, todo lo contrario, le gustaba las topadas difíciles. Ahí estaba en su salsa.
Hijo de Wenceslao Noguera, un recordado marcador de punta franjeado de la década del 50 y principios de la década del 60. La familia Noguera le dio a Guaraní una legión de jugadores y de dirigentes, por que entre los jugadores también estuvieron Pablo y ese electizante puntero zurdo que se llamó Domingo "Mingo" Noguera, que nos dejó hace poco tiempo.
Después vino su hermano Rubén, ya en la década del 80, formando uno de los equipos inolvidables que tuvo Guaraní en la etapa más cercana, donde participó en los nacionales de 1981 y 1985, formando con Carlos Roldán una dupla de centrales realmente impasable.
Es decir que entre Ramón Roberto y Rubén Noguera integraron equipos de Guaraní que actuaron en los tres torneos Nacionales en los que el equipo participó: 1971, Tito y 1981 y 1985, Rubén.
Como consecuencia de la gran actuación del "Chueco" en el Nacional 71, Racing de Avellaneda adquirió su pase, pero tuvo la mala suerte de experimentar una doble fractura de tibia y peroné en un encuentro en el "Cilindro" de Avellaneda frente a Mandiyú, que lo mantuvo alejado de las canchas por mucho tiempo; después jugó para Temperley.
Con los fondos que Guaraní obtuvo por el pase de Tito a Racing, el entonces presidente del club y ex gobernador de la Provincia, César Napoleón Ayrault invirtió el dinero para construir la tribuna más amplia que tiene el estadio "Clemente Argentino Fernández de Oliveira", ubicada en el sector sur y que lleva el nombre del ex presidente.
Pero hay que admitir que sin el dinero obtenido por el pase de Tito, esa mole de cemento difícilmente se hubiera levantado; por lo que aunque más no sea un pequeño sector de esa tribuna, merece que lleve su nombre.
Tras abandonar la práctica activa del fútbol se dedicó en Posadas a crear nuevas figuras, dirigiendo las divisiones inferiores de varias instituciones.
Se fue Tito Noguera, pero lo que quedará para siempre es su calidad como futbolista y como ser humano. Guaraní le debe mucho y es por ello que seguramente unas lágrimas brotarán espontáneamente de las mejillas de los llevan en un rincón del corazón el pendón franjeado; de todos los que tuvieron la dicha de verlo actuar dentro de la cancha y los que lo conocieron fuera de ella.

Tu Guaraní te recuerda con estas sencillas líneas. La última gambeta ya no la pudiste realizar. Descansa en paz Tito Noguera, que vos no te moriste, porque mueren solo los que nadie recuerda.



Fuente: Tendencia Deportiva

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