La era Enriquez

A casi un año y medio de que la gerenciadora empezara a “actuar” se vio un profundo estancamiento en lo futbolístico e institucional.
Apenas llegaron ya empezaron con los “logros” echando a Héctor Franco –actualmente titular en el Argentino A-, un referente de la ultima década. Varias fueron las excusas, una de ellas la edad, cuya parece no haber pesado en el mismo, ya que sigue en un buen nivel.
Ida y vuelta constante de entrenadores, porteños, obvio, al pretexto de simplemente intentar realizar un buen trabajo en las divisiones inferiores y todo a largo plazo.
Y como así también la mala elección de jugadores, los cuales evidentemente no pueden jugar esta categoría ya que no la conocen como nadie insertado hoy en día en los trabajos de Osvaldo Gutiérrez.
Se saben los casos de esos mismos, pero también hay que admitir que pasaron buenos jugadores, en menoría, pero bueno.
A la hora de analizar, se podría hacerlo muy profundamente sobre el rendimiento de los jugadores del club que están siendo dejados en libertar en un porcentaje muy alto, pero al fin de todo, siempre eran los mismos los que en las ultimas fechas nos terminaban salvando, hoy en día, ya no están.
Las inferiores e infantiles son dirigidas por técnicos de poco conocimiento también, esto es evidente. Estamos muy lejos de aquella categoría 83, de la 86, de la misma 89 y de la 90 las cuales ganaban todo, eran categorías que salían de la provincia y se ponían el traje de candidatas, hoy, nos tenemos que conformar con que las mismas se vuelvan en primeras rondas.
Las cosas no están claras, el Sr. Osvaldo Gutiérrez junto a su soberbia y ego que no lo llevan a ningún lado está manejando a nuestro querido club por el camino más horrible.
Tuve la suerte o capaz la desgracia de poder comunicarme con el mismo, se le advirtió sobre el armado de este equipo y la elección del nuevo técnico, junto a gente que quiere verdaderamente al club -sin dar nombres- y colaboran en lo que pueden, hasta comunicándose con jugadores que realmente conocen la categoría, con la idea desde algún lugar –por más humilde que sea- intentar acercar a los mismos al club.
Hoy el club se maneja así, cualquier persona de la gerenciadora esta por encima de Cesar Decamilli, que gran error, imposible de permitir. Con el bajo perfil que hoy en día tiene la comisión, se hizo algo muy positivo, se compro el pase de Alejandro Enrique, con la venta de Cristian Tabaqui. Pero a la hora de decisiones finales, son tomadas por Roberto Enríquez y su gente.
Todo esto, notoriamente –con lo que había costado recuperarla- la gente se empezó a alejar nuevamente de la cancha, ya no hay la misma convocatoria que hace uno o dos años. Por algo será.
Tampoco nadie puede negar el buen trabajo de los mismos construyendo muchísimas cosas en el club, como las cabinas, vestuarios, etcétera, que quedaran en el club. Lastimosamente todo es material, la gente necesita alegrías más allá de eso.
Nos toca esto, creo que llego la hora de hacer algo por nuestro querido club. La plata todo lo puede, menos comprar al sentimiento. Y Guaraní, esta necesitando de su gente para que "estos" se vayan y podamos salir adelante.
Antes que de cerrar esta crítica, quiero admitir que fui uno de los que apoyaban al gerenciamiento creyendo toda la mentira de siempre e ilusionando con la ayuda económica, pero te pido disculpas Guaraní, por permitir que te hicieran tanto daño.


Misiones es Guaraní, Villa Sarita es de Guaraní y de acá no vamos a permitir que nos saquen como lo tienen pensado.